Si has notado que tus radiadores no calientan como antes o escuchas ruidos extraños en el sistema, probablemente ha llegado el momento de purgarlos. Purgar los radiadores de forma regular mejora su rendimiento, ahorra energía y evita averías. En esta guía práctica te explico cómo se purgan los radiadores, desde el procedimiento básico hasta consejos para radiadores antiguos y válvulas automáticas.
Forma correcta de purgar radiadores
Purgar los radiadores no debe ser algo puntual: conviene incluirlo en el mantenimiento anual de la calefacción. La finalidad principal es expulsar el aire acumulado en el circuito, responsable de que ciertas zonas del radiador no se calienten o de esos ruidos de burbujeo que todos hemos oído.
¿Cuándo purgar los radiadores?
El mejor momento es justo antes del invierno, cuando pones en marcha la calefacción tras meses de inactividad. También purga si percibes diferencias de temperatura entre la parte superior e inferior del radiador, si hay ruidos de golpeo o si notas que alguno no calienta en absoluto.
Herramientas necesarias
Las herramientas son básicas: una llave de purga específica (o un destornillador plano en modelos antiguos), un recipiente para recoger el agua y un paño. Ten guantes para evitar quemaduras y papel absorbente a mano por si hay salpicaduras. Si tu radiador tiene una válvula termostática, comprueba su posición antes de empezar.
Paso a paso: forma correcta de purgar radiadores
- Apaga la calefacción y espera 15–30 minutos para que el agua baje algo de temperatura y la presión se estabilice.
- Localiza el purgador, normalmente en la parte superior lateral del radiador.
- Coloca un recipiente bajo el purgador y un paño alrededor para proteger el suelo.
- Gira lentamente la llave de purga (o el tornillo) hasta oír un silbido: es el aire saliendo.
- Cuando empiece a salir agua de forma constante sin burbujas, cierra el purgador.
- Repite en todos los radiadores que lo necesiten.
- Al terminar, comprueba la presión de la caldera y reponla si es necesario siguiendo las indicaciones del fabricante.
Por dónde empezar a purgar radiadores
El orden influye en la eficacia del purgado, sobre todo en instalaciones con varios radiadores o plantas. Un consejo práctico es comenzar por los radiadores más cercanos a la caldera y avanzar hacia los más lejanos. De este modo facilitas que el aire se desplace hasta el final del circuito y se elimine por completo.
Radiadores en distintas alturas
Si tienes radiadores en varias plantas, conviene empezar por la planta baja y subir progresivamente. En sistemas con tendencia a acumular aire en los pisos superiores, puede resultar útil purgar primero los radiadores más altos, porque el aire tiende a subir. Si dudas, sigue el criterio de la caldera: desde el más cercano al más alejado.
Purgar radiadores con calefacción encendida o apagada
Una de las dudas que más recibimos es si se ha de purgar un radiador en caliente o en frio. La respuesta es que siempre con la calefacción apagada. Con la caldera funcionando el agua está caliente y el circuito presurizado, lo que aumenta el riesgo de quemaduras y dificulta la salida del aire.
Cuánto tiempo esperar tras apagar la calefacción
No hace falta esperar horas, pero deja alrededor de 15–30 minutos para que la temperatura baje lo suficiente. Si el radiador sigue caliente al tacto, espera un poco más o usa guantes. Trabajar con tranquilidad reduce riesgos.
Purgar radiadores automáticos
Las válvulas de purga automáticas detectan y expulsan el aire sin intervención. Son una solución práctica si no quieres hacerlo manualmente o si tu instalación tiene muchos radiadores en diferentes alturas.
¿Merecen la pena los purgadores automáticos?
Sí, especialmente en viviendas grandes o cuando no quieres encargarte del mantenimiento frecuente. Proporcionan comodidad y estabilidad en el rendimiento. Aun así, conviene revisarlos de vez en cuando: pueden obstruirse o fallar con el tiempo.
Compatibilidad e instalación
La mayoría de radiadores modernos permiten instalar purgadores automáticos desenroscando la válvula antigua y montando la nueva. Ajusta bien la rosca para evitar fugas. Si no tienes experiencia, pide ayuda profesional para evitar problemas posteriores.
Cómo purgar radiadores antiguos
Los radiadores antiguos, de hierro fundido o modelos de décadas pasadas, presentan retos: roscas diferentes, purgadores más grandes o falta de llave específica. Pueden expulsar agua con sedimentos, por lo que es importante proteger el suelo y disponer de recipientes mayores.
Consejos para radiadores antiguos
Asegúrate de contar con la herramienta adecuada; si no tienes la llave original, una llave ajustable o una llave universal suele servir. Purga despacio para evitar sorpresas: abre poco a poco y controla la salida de agua y lodos. Si notas mucha suciedad o un flujo persistente de agua sucia, considera limpiar el circuito o pedir una limpieza química profesional.

¿Vale la pena modernizar?
Si los radiadores antiguos dan problemas recurrentes, modernizar las válvulas o instalar purgadores automáticos puede ahorrar tiempo y mejorar la eficiencia. En casos severos, una renovación parcial de la instalación puede ser la opción más rentable a largo plazo.
Consejos prácticos tras purgar los radiadores
Tras purgar, lo esencial es comprobar la presión de la caldera. En muchos sistemas la presión en frío debe estar entre 1 y 1,5 bar; en caliente puede subir hasta 1,5–2 bar, según el fabricante. Consulta siempre el manual de tu caldera para los valores exactos.
Cómo reponer presión de forma segura
Si la presión ha bajado, utiliza la llave de llenado o la llave automática de la caldera (filling loop) siguiendo estas indicaciones generales: abre lentamente la llave hasta ver que la presión alcanza el valor recomendado y cierra inmediatamente. Si no sabes cómo hacerlo, llama a un técnico. Reponer presión de forma incorrecta puede dañar la caldera.
Revisión y mantenimiento
Después de purgar revisa que no haya fugas en los purgadores ni en las juntas. Observa el rendimiento durante los días siguientes: si algún radiador vuelve a llenarse de aire o la presión cae repetidamente, hay un problema mayor como fugas, lodos o fallo en el vaso de expansión.
¿Y si después de purgar no calientan bien?
Si, tras purgar, algunos radiadores siguen sin calentar correctamente, puede haber acumulación de lodo o sedimentos, obstrucción interna, problemas en la bomba o la propia caldera. En esos casos lo más seguro es pedir ayuda profesional. Si necesitas asistencia técnica, puedes encontrar servicio de reparación de calderas en Madrid.
Errores frecuentes al purgar los radiadores
Algunos errores habituales que conviene evitar:
- Abrir el purgador de golpe: hazlo despacio para controlar el flujo y evitar salpicaduras o quemaduras.
- Olvidar revisar la presión de la caldera: bajar demasiado la presión puede dejar el sistema sin agua y provocar averías.
- No proteger el suelo ni los muebles: usa recipientes y trapos para evitar manchas por agua o lodos.
- Descuidar las juntas: si tras purgar hay goteo persistente, puede ser necesario cambiar la junta del purgador.
Ojo con los goteos
Si un purgador gotea tras el cierre, apriétalo con cuidado; si el goteo persiste, sustitúyelo o cambia la junta. Un goteo continuado puede indicar desgaste o una instalación que necesita revisión.
